Una trilogía de tragedias, casi consecutivas, cierran en un clima de espléndida madurez la obra teatral de Federico García Lorca: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. La primera de ellas, Bodas de sangre (1933), nos muestra un dramaturgo dueño ya de todos los recuerdos que lo llevaron a revolucionar el teatro español de su tiempo: la profusión de símbolos inquietantes, la desnuda belleza de los diálogos, el vigoroso dibujo de los personajes, la originalidad de la puesta en escena, a la vez profundamente novedosa y afincada en sólidas raíces de la tradición ibérica. Recibida con entusiasmo desde su estreno, fue trasplantada muy pronto a diversos escenarios europeos y americanos. Hoy, plenamente vigente, es juzgada ya una especie de clásico del teatro contemporáneo.
En cada ejemplar de la colección cara y cruz el lector encontrara dos libros distintos y complementarios. Si quiere conocer ensayos sobre Bodas de Sangre y Federico García Lorca, citas a propósito de ellos, cronología y bibliografía, empiece por esta, la sección "Cruz" del libro. Si prefiere ahora leer los relatos dele vuelta al libro y empiece por la tapa opuesta, la sección "Cara".
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