Novela autobiográfica, como casi todas las del autor, Adios a las armas resume toda la experiencia del dolor, la plenitud del goce y la suma de sufrimientos que es capaz de experimentar el hombre.
Voluntario en el frente italiano durante la Primera Guerra Mundial, Hemingway, herido, encuentra durante su convalecencia ese estilo propio -ascetico en su sobriedad, traumático en su intención- que hace de su prosa en apariencia banal un verdadero canto epico en el que, y según sus propias palabras, "no hay nada que pueda envejecer".
Llevada varias veces a la pantalla, protagonizada la versión más inolvidable por Gary Cooper y Helen Hayes, en Adios a las armas se narra la lucha en tierras italianas, el frío, la miseria de las trincheras, el desarraigo de un hombre que habiendose alistado para huir de sí mismo, encuentra en el amor las fuerzas necesarias para poder decirle adiós a las armas.
Un jurado compuesto por los más eminentes literatos franceses, al seleccionar las diez mejores novelas publicadas entre 1850 y 1950 colocó entre ellas Adios a las armas, rindiendo así merecido tributo a una obra excepcional.
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