Por supuesto nunca se hubiera hablado de ir a la feria si a
papá no le hubiesen regalado las entradas. Una niñita no puede
esperar paseos y regalos que cuestan más dinero, cuando sólo el
alimentarlas, comprarles ropa, pagar su escuela y la casa en la que vive obliga
al papá bueno y generoso a trabajar duro todos los días el
día entero de la mañana a la noche... "excepto los
sábados a la tarde y los domingos", dijo Susannah.
-¡Susannah! -Mamá estaba espantada-. ¿No
sabes lo que le pasaría a tu pobre papá si no tuviese un descanso
los sábados a la tarde y los domingos?
-No -dijo Susannah. Parecía interesada-.
¿Qué le pasaría?
-Moriría -dijo mamá para impresionar.
-¿De verdad? -dijo Susannah abriendo los ojos.
Parecía sorprendida, y Sylvia y Phyllis, que tenían cuatro y cinco
años más que ella, dijeron a coro "Claro que sí",
con un tono muy superior.
.¡Qué bebita era que no sabía eso! Sonaban
tan convencidas y alegres que mamá se estremeció levemente y se
apuró a cambiar de tema
-Así que por eso -dijo algo vagamente-, deberían
agradecer cada una por su cuenta a papá antes de salir.