Fui Testigo
En la proa de un barco estaba escrita una frase
que contaba las hazañas surcada en los altos mares
con piratas, con corsarios, con dragones, con titanes.
Una frase resumía mil historias y mil viajes.
En la borda de aquel barco había un viejo capitán,
con su barba emblanquecida por el tiempo y el pasado;
en sus ojos cicatrices que mostraban las hazañas,
y su boca murmuraba las palabras más extrañas.
“Fui testigo” era el nombre de esa nave de madera,
que crujía al chocar contra el muelle de aquel puerto.
Sobre el mástil, alta y lejos, vi flamear una bandera...
Me acerque hasta la tablada para ir subiendo al barco,
pero una mujer anciana me detuvo en el intento;
“No lo hagas niño tonto, no lo hagas”,
y me echó con empujones hacia el puerto.
Le hablé al capitán apoyado en la baranda,
sin embargo no movió ni siquiera hueso alguno,
de repente dos personas embarcaron,
y la anciana que gritaba “que se suelten las amarras de ambos lados”.
Observe al capitán colocándose su gorra,
abrazando a la anciana entre sus brazos.
Vi a la muerte y al destino enamorados, abrazados,
alejándose en un barco. Fui testigo.
17 de Febrero de 1993
Sobre el piano busqué una letra para una canción y esto fue lo que salió.
