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El jugador y su risa

Tres señas negativas del pitcher y a la cuarta va la afirmación, entiende la estrategia del catcher. Lanza la bola, en una recta durísima. El bateador empuña sus guantes negros alrededor del bate, calcula rápido. Su mirada felina cae sobre la bola cosida de rojo que gira y avanza. El ojo oblicuo enfoca y, como chasquido de lengua, el bateador propicia un choque, metal contra cuero. Un choque que no ocurre. Un golpe que no llega. Se despliega como abanico, el bateador. Hace swing y le cantan el tercer strike.

Turno al bate para el equipo contrario.

El pitcher lanza la bola con gran velocidad pero ésta choca contra la almohadilla. ¡Bola! Ahora algo pasa con el pitcheo. El catcher se acerca al montículo, habla con el pitcher. Luego el pitcher lanza la bola con gran velocidad pero ésta choca contra la almohadilla otra vez. ¡Bola! El catcher atrapa la bola y se la devuelve al pitcher, luego se acuclilla, camina como cangrejo con su caparazón, hace señas con los dedos: dos, dos, uno, a la izquierda. Esa es la estrategia. La seña del pitcher es afirmativa, se entiende con el catcher. Lanza la bola con gran velocidad pero se va muy alta, se va muy baja. Hay fallas en el pitcheo. ¡Base por bolas!

Y aparece un hombre en primera base.

El catcher mira en perspectiva, se acuclilla, se mueve hacia los lados, mueve las tenazas, abre y cierra la manopla y hace señas con los dedos: tres, tres, a la izquierda. La seña del pitcher es afirmativa; se siente más cómodo con el catcher y lanza la bola a toda velocidad, pero la bola va desviada, no llega al catcher sino que toca el bate y cae al suelo. Rápidamente, el catcher se levanta la careta y trata de recoger la bola; pero la bola resbala como aceite en su manopla. Intenta recogerla, nuevamente, pero la bola vuelve a resbalar en su manopla mientras el hombre que estaba en primera base corre hacia la segunda y hacia la tercera y el bateador corre hacia la primera. El catcher atrapa la bola, por fin. La bola atrapada en su manopla. Los corredores se detienen.

Ahora hay un hombre en primera base y un hombre en tercera.

El juego continúa. El pitcher lanza la bola. Con precisión, el bateador golpea hacia el frente, una especie de fly. La gente grita: ¡Triple play, triple play! ¡Triple play, triple play! El corredor que está en primera base corre hacia la segunda. El defensor de segunda atrapa la bola, hace out en segunda base y lanza la bola hacia el home. El jugador en tercera base corre, con potencia, hacia el home.

 
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