Prólogo
¿Alguna vez tuviste la sensación de que algo o alguien estaba jugando con tu destino? Si tu respuesta fue afirmativa: ¡Este libro es para vos!
El Destino es, sin dudas, uno de los temas preferidos de la gente. A cada paso escuchamos a alguien que lo menciona o que enuncia algún dicho que intenta develar sus misterios.
Si analizamos un poco la actitud que las personas adoptan frente al mismo, enseguida advertimos que, en un extremo, se encuentran aquellos quienes creen que, en la vida, todo está planeado por una fuerza superior y que, por lo tanto, las cosas siempre suceden por algo, por más que nuestra limitada y humana compresión no pueda llegar a entender las razones.
En este contexto, todo está predestinado, sin importar demasiado lo que hagamos o dejemos de hacer.
En el otro rincón, hallamos a los cultores del ¡Yo puedo! Estos ponen el foco de atención en sí mismos: todo es posible si se hacen las cosas con convencimiento, dentro del plan que uno mismo se ha trazado, en calidad de arquitecto de su propio Destino.
Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que todo sucede por “algo”. Ya sea que fuere por decisiones que hayamos tomado o porque las circunstancias lo hayan determinado, siempre en la vida hay más causalidades que casualidades. Sin embargo, ¡a veces las cosas ocurren con tanta extrañeza! El hecho o la decisión más insignificante pueden desencadenar los futuros más insospechados.
Y por qué no, quizás, ese hecho sea que hoy vos estés leyendo mi Libro. ¿Tenés idea de la cantidad de eventos, circunstancias y decisiones que tuvieron que haberse dado para que yo lo haya escrito y para que vos lo estés leyendo ahora? Son tantas las coincidencias que debieron complotarse, que hasta parecería un capricho del Destino que hoy nos estemos comunicando a través de estas líneas. Un infinitésimo cambio en ese aglomerado de circunstancias y todo hubiese sido muy diferente…