Introducción
MORIR EN LA VÍSPERA
Ninguno quería volar con Junior a Rosario en su helicóptero
Bell Jet Ranger 206 aquel miércoles fatídico. Junior se lo fue proponiendo a sus
amigos desde el lunes a la noche hasta el mediodía del martes cuando, durante un
almuerzo en Pepino, en San Isidro, donde estuvieron Mario Pallas, César Perla y
Silvio Oltra, este último finalmente aceptó. Junior invitó primero a Benedicto
Chiche Caldarella, que se excusó amablemente, y después al Toto Echegaray, quien
en principio dijo sí, pero a último momento se quedó dormido. César Perla
prefirió viajar en su vehículo para tener mayor libertad de manejo al llegar;
Lucho Pineda tenía que ir a buscar su auto al taller, que cerraba el fin de
semana; el gordo Carlos Odón, jefe de su equipo de competición, estaba fuera del
país. Así que solamente Oltra aceptó la invitación.
Después de almorzar, Junior, Perla y Oltra se fueron al taller
de Dardo Rocha. Ahí se quedaron charlando sobre automóviles y carreras. La
carrera que tenían por delante en Rosario llegaba con algunas complicaciones: en
principio porque, acostumbrado a los rallys, Junior no estaba seguro de que
fuera a gustarle correr en el estilo totalmente distinto que le exigiría la
pista de TC 2000. Era un momento de cruce en su carrera deportiva.
Junior iba a tener que medirse con Juan María Traverso, de
quien se había distanciado después de una pelea muy fea, de la que no le gustaba
hablar. Era sabido en el ambiente que en sus comienzos se había unido al flaco
Traverso y a Miguel Ángel Guerra para formar un buen equipo de rally, pero el
hijo del Presidente quería ganar siempre y Traverso, que era indudablemente
mejor, no se preocupaba demasiado por disimular su superioridad. Peor aún: se lo
hacía sentir. Eso a Junior le molestaba, y cómo, porque él ponía muchísimo en
cada competencia. Hay también quienes dicen que el problema con su primer jefe
de equipo, Valentini, quien terminó trabajando para Traverso, fue de dinero.
Desconfianzas, avaricias, esas cosas. Difícil saber por qué se separan las
personas que han estado muy unidas.