Boris existe, luego nació; esta proposición es innegable y superior a la de Descartes: Pienso, luego existo.
La primera encierra una verdad y la segunda, la del célebre filósofo, una petición de principio y una simple afirmación que no llega a ser razonamiento.
Boris nació en Tupiza (Bolivia), provincia del Chorolque o de Chichas, como se quiera; el día... iba a cometer la imprudencia de designarlo; felizmente un pudor natural, por cuenta de Boris, me lo ha impedido a tiempo.
No tuvo el mérito ni la culpa de entrar en el mundo por Tupiza; pero si le hubiera sido posible escoger una población para nacer en ella, habría optado por esa villa, en razón de ser ella modesta, elemental y rara.
Tenía dos calles, una de las cuales se llamaba "la calle izquierda", por contrapunto con la otra llamada "la calle derecha".
Estos nombres no eran en manera alguna justificados, siendo la calle izquierda la más derecha y pudiendo las dos cambiar de nombre según la dirección del transeúnte, pues no habían números en las puertas.