La punta de la madeja
Es imposible
escribir basándose en dogmas o recetarios: el arte suele llevarse
a las patadas con los reglamentos. Si ustedes piensan que yo dispongo
de la varita mágica que los transformará en escritores
de un día para el otro, mejor no sigan leyéndome. Lo que
sí les ofrezco en mis cuatro libros es una jugosa diversidad
de prácticas de invención y corrección. Quiero
ayudarlos a que formen su propio estilo, eso es todo. Los escritores
lo sabemos por experiencia: las buenas ideas no bastan por sí
solas. Es necesario expresarlas con naturalidad, precisión y
nitidez. Transformarlas en algo vivo.
Repaso
mis veinte años como coordinador de grupos de escritura; pienso
en las cartas que recibo continuamente desde muchos países a
partir de 1997, cuando Sudamericana me publicó Taller de corte
& corrección. Y descubro que he podido mostrarle a más
de uno la punta de la madeja en esto de crear textos y mejorarlos. Según
un proverbio chino, para recorrer grandes distancias siempre se comienza
con un pequeño paso. Después, con el trabajo, vendrán
la originalidad, el gusto por el detalle o por la ampliación,
el desborde imaginativo, la sobria arquitectura, el festín del
espíritu.
Si
han llegado hasta aquí, significa que mis libros son para ustedes.
Atrévanse.
Sus
futuros escritos los están esperando.
Marcelo
di Marco
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