Solo resta decir: sobervia. Todo un mensaje, contado maravillosamente por Anton. Da que pensar.
Solo resta decir: sobervia. Todo un mensaje, contado maravillosamente por Anton. Da que pensar.
Raquel P.
(VE)
Breve cuento en el que se pone de manifiesto una vez mas la hipocresia humana: cuando "el delito" es perpetrado por gentes sin abolengo ni mayores jerarquias, puede llegar a convertirse en gran crimen que reclame severos castigos...pero cuando es cometido por los "mayores" de la sociedad, entonces otra es la situacion. Lo mas condenable es cuando los menos poderosos adulan, a sabiendas de las consecuencias que esto pueda acarrearle, a los de clase "mas favorecida".