La naturaleza nos asombra con su sabiduría y perfección.
Con el fin de mantener las especies sobre el planeta ha dado a los
animales el don denominado por los estudiosos de las Ciencias Naturales entre
otros: "El comportamiento
de cortejo y formación de pareja " haciendo al macho (en su mayoría) de mayor tamaño, o dándole a éste
crestas, penachos, cuernos, plumaje, etc. con el objeto de conquistar a la
hembra y formar pareja, como ejemplo de lo antes expuesto podemos citar al pavo
real, quien en época de apareamiento, despliega su cola para seducir a la
hembra, o al palomo danzar alrededor de su amada y así cada uno y a su modo.
A nosotros, los humanos nos ha dado entre otras la comunicación
oral y es a través de ella que también conquistamos a nuestra pareja con piropos
o alabanzas dirigidos a nuestro sexo opuesto.
Su clasificación es infinita, podemos tomar una de ellas, muy
simple a saber: "tradicionales": son aquellos de siempre, palabras más, palabras
menos, son iguales en todo el mundo.
Los "amorosos": te enamoran, son dulces, el mensaje es "te
amo".
"Elogiadores" se dicen al pasar, motivan, entusiasman y roban una
sonrisa.
Y por último los "zafados", aquellos que te gritan desde un auto,
desde un camión o desde una obra en construcción, algunos zafadísimos, groseros
y muy ordinarios.
Cuantas veces por timidez o vergüenza habremos querido decir un
piropo y se nos ha trabado la lengua y si esto le sucedió debió ser algo así:
¿se te traba la lengua? ¿Se te lengua la traba? ¿se te lasengua la baba?...Los
trabalenguas son juegos de palabras con sonidos difíciles de pronunciar juntos;
lo interesante de éstos está en poder decirlos con claridad y rapidez,
aumentando la velocidad, no dejar de pronunciar ninguna palabra y poder hacer
una lectura veloz sin error.
Es nuestro deseo, y creemos que esta es una forma, fomentar la
lectura, estimularla a través de frases o expresiones sencillas, desarrollar la
imaginación para seguir creando más y ejercitar la memoria.
Que disfruten a través de cada vuelta de página
Omar y Lucy