¿Qué sentido tiene la economía?
No se trata aquí de fundamentar modelos ya existentes o esbozar otros alternativos, ni tampoco de establecer un decálogo del buen economista. De lo que se trata es de redescubrir una clave, un alma de la economía desde la cual vislumbrar un sentido y un orde, tanto a la mínima actividad personal como a los más grandes emprendimientos planetarios, a las urgencias del momento como a los proyectos que se internan en el futuro, a los intereses personales como a las cuestiones de bien común.
 Ir al inicio
|
Reseña del libro
