Al encarar este volumen, hemos querido estructurar una autobiografía. Para ello, hemos tomado fragmentos de sus cartas y obras en prosa. No pretendemos una edición erudita. Por eso, hemos salvado los errores en que con frecuencia incurría Echeverría, ya sea por falta de memoria o por despreocupación, modificando algunas fechas y construcciones gramaticales y eliminando abreviaturas. No creemos necesario insistir sobre la importancia de Echeverría. Hay hombres que conocemos. Como Moreno, como Belgrano, como San Martín, como Sarmiento, Echeverría ya es parte de nuestra alma.
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