Gran escritor argentino, Manuel Mujica Láinez es también el escritor porteño por excelencia. Su compenetración con Buenos Aires se refleja en toda su vasta y meritísima obra. Se diría que la gran ciudad del Plata es numen permanente para el insigne autor de Aquí vivieron, tan sensible en lo demás -como lo es la misma urbe- para todo lo humano. Y, en verdad, sólo conociendo, sintiendo y queriendo a Buenos Aires como lo conoce, siente y quiere Mujica Láinez puede escribirse la magnífica serie de relatos que constituye Misteriosa Buenas Aires.
Es toda la historia de la ciudad, devuelta o la vida por la intuición poética, a la vida por la intuición poética, la penetración psicológica y el alto vuelo imaginativo de quien posee un vigor narrativo excepcional. Es una historia que comienza con "El hambre" de 1536, la fecha de la primera fundación, cuando "alrededor de la empalizada desigual que corona la meseta, frente al río, las hogueras de los indios chisporrotean día y noche". Es una historia que termina en "El salón dorado" de 1904, cuando la arruinada señorona, derrumbadas de pronto las murallas de su egoísmo, ha de aguardar al fatídico lunes, "sola en el salón de oro que los cuartos acechan, como animales grises y negros, como lobo: y hienas alrededor de la gran fogata". Es la historia, en todas sus etapas y vicisitudes, de un Buenos Aires ido que vuelve a vivir por obra y gracia de una pluma galana.
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Reseña del libro
