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La filosofia y las ciencias en el siglo XX de Eugenio Garin
ediciones
Icaria
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Edición:
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Primera Edición - 1983
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Tomos:
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1
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Medidas:
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13,2 x 20 cm
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Estado:
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Muy Bueno
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Género:
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Filosofia
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Peso:
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200 gramos
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Reseña del libro
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* Los importes están expresados en dólares estadounidenses. Política de Devoluciones.
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Descripción del libro usado "La filosofia y las ciencias en el siglo XX"
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Esta obra tiene como propósito la difícil tarea de arbitrar con serenidad las acusaciones recíprocas y las disputas que surgieron entre científicos y filósofos a lo largo del siglo XX.
El autor ofrece una definición de las tendencias más significativas de esta milenaria disciplina que, en la época contemporánea, se caracteriza por una necesidad de responder a la denuncia de carecer de problemas y objetos de investigación propios. Esta acusación empezó a surgir, ya en el siglo XIX, como síntoma de la autoafirmación en el campo de nuevas disciplinas científicas, antiguamente chasificadas como parcelas subordinadas de la filosofía.
Si Kant había provocado una revolución equivalente a la copernicana en el siglo XVIII, al colocar a la razón en cuanto capacidad cognoscitiva subjetiva en el centro del universo humano como justificación última de toda decisión y acción, el espíritu positivista de las ciencias en desarrollo inició un nuevo giro fundamental que pretendió descentralizar la tematización de la razón. En vez de una teoría y crítica del conocimiento, la era positivista exigió una teoría de la ciencia como aportación analítica y clarificación lógica de los programas de investigación científica. Las respuestas en el campo de la filosofía se caracterizaron en buena parte por un distanciamiento aún mayor de las posturas positivistas. La distinción entre "ciencias del espíritu" (Geisteswissenschaften) y "ciencias de la naturaleza" (Naturwissenschaften) fue buena prueba de ello. Es cierto que suergieron nuevas metafísicas y nuevos idealismos, a veces más próximos a la poesía que a la reflexión. Pero en el otro frente, en el discurso científico, ocurrió algo similar. Los científicos más hostiles a la filosofía especulativa cayeron, ellos mismos, en trampas metafísicas ante la necesidad de fundamentar sus programas.
El autor señala con especial énfasis la incoherencias de muchas acusaciones de irracionalidad, lanzadas contra ciertos discursos filosóficos por no tener en cuenta su marco referencias. Garin invita, en este sentido, a una reconsideración de destacados pensadores, supuestos "destructores de la razón del progreso" en vistas de nuevas dimensiones y responsabilidades humanas, intuidas hace muchas décadas a raíz de la amenazadora "neutralidad" de las ciencias.
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