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Encarnación Ezcurra de Vera Pichel
ediciones
Sudamericana
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Edición:
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1999
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Tomos:
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1
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ISBN:
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9500715198
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Medidas:
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15,3 x 22,8 cm
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Estado:
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Muy Bueno
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Género:
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Biografías
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Peso:
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210 gramos
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Reseña del libro
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Formato libro impreso
188 Pág.
U$S 27.60
Libro agotado. Lamentablemente, vendimos el único ejemplar disponible.
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* Los importes están expresados en dólares estadounidenses. Política de Devoluciones.
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Descripción del libro usado "Encarnación Ezcurra"
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Encarnación Ezcurra mantenía una fluida correspondencia con su marido, Juan Manuel de Rosas, que alternaba su vida entre el campo y las campañas militares. Sobre la base de estos textos y de la época en que se escribieron, Vera Pichel reconstruye la vida de la pareja y del país que se estaba formando. Descubre así el verdadero papel que desempeñó Encarnación, desplazada a un plano decorativo o injustamente olvidada en la historia argentina. Nada más elocuente que sus palabras a Rosas, a quien trataba indistintamente de "usted" o de "vos": "Sé que le enviaron dos cartas con un emisario. No conteste ninguna de ellas. Usted no vive aquí y no sabe mucho de la gente. Yo sé porque aquí estoy. Yo conozco a todos y sé cómo piensan y cómo actúan." "Me he enterado que te mandan un barril de aceitunas. Te pido que las hagas probar antes de comerlas. Ganas de envenenarte tienen y bastante." "..hay quien tiene miedo. ¡Qué vergüenza! Pero yo les hago frente a todos, lo mismo me peleo con los cismáticos que con los apostólicos ... aquí en mi casa no entran sino los decididos." "Estamos obligadas, todas las clases sociales, a trabajar por el bien común." "Dime algo a mí, soy tu mejor amiga. Los paisanos me quieren y sabes que tengo bastante resolución para ayudarte. ¡Qué gloria sería para mí, si algún día pudieras decir: más me ayudó mi mujer que todos mis mejores amigos...!" Encarnación Ezcurra aparece en el centro mismo de la escena. Algunos lo notaron: José Ingenieros la llamó "la loba" y Lucio V. Mansilla afirmó que "sin ella quizás Rosas no volvía al poder". Brava y celosa guardiana que acecha, observa y advierte, fue promotora de hechos decisivos que incluyeron una revolución y, a la vez, resguardó sus sentimientos de mujer enamorada detrás de las circunstancias de su lucha.
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