"El libro de Ezequiel", de José Gulías, nos demuestra que no hay temas simples ni pequeños, cuando la trascendencia llega por insobornable voluntad de amor. Los roles protagónicos no son patrimonio exclusivo de un determinado ente de la creación. Pueden ser un árbol, una fantasía, un objeto, o un animal, como en este caso. Lo importante es subrayar el tratamiento y lo que éste nos descubre: un mundo bello, armónico, apasionado y aleccionador -y no por esto menos doloroso-; seres y figuras erigidos todos en personajes centrales del relato, los niños Ezequiel, María Rosa, el ceibo, las calles del barrio, la familia, los vecinos, el viento, la noche y todo cuanto gira en torno de la mágica imagen de "Negro", un perro cuya sola presencia es capaz de motivar, brindar y multiplicar toda la capacidad de ternura y la voluntad de comprensión existente en los afortunados lectores de este libro.
Observaciones:
El libro fue catalogado estado REGULAR, por que tiene sus tapas con manchas de húmedad.
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Reseña del libro
