Vince Maggione subió los escalones de hierro y entró en el vagón.
A la mitad más o menos del coche, a su derecha, en el lado que daba a la estación, había varios asientos dobles vacíos, y él eligió uno de ellos; poniendo todo su peso en su pierna izquierda y extendiéndose precariamente, puso su bolsón de Pan Am en la red. Luego, agarrándose al respaldo y apoyándose de nuevo en la pierna izquierda, logró sentarse sin muchas dificultades junto a la rajada ventanilla....(Párrafo extraído del primer capítulo)
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