«Más adelante se plantearía exactamente qué le había empujado a levantar la vista otra vez en aquel preciso instante. Se preguntaría una y mil veces qué habría sucedido si no lo hubiera hecho. Se torturaría pensando en todas las variantes, en lo que podría haber sido y no fue, en los porqués y en los cómos. Pero lo cierto es que levantó la vista. El tren de las 9.05 de Babylon a Penn Station siguió avanzando de Merrick a Freeport, a Baldwin y a Rockville Center. De Lynbrook a Jamaica, a Forest Hills y a Penn Station, ya en Manhattan. Pero Charles descarriló, manifiesta y espectacularmente.»
Tras un encuentro fortuito en un tren, se despierta una atracción irresistible entre dos extraños. Charlie es un publicista volcado en su familia. Lucinda, una mujer casada de belleza espectacular. Dejándose llevar por la obsesión creciente que esta mujer le provoca, Charlie acaba con Lucinda en un hotel neoyorquino. Esa primera cita será la última entre ambos; un hecho terrible cambiará la vida de él para siempre. Tomando como protagonista a un hombre en una situación límite, y con un estilo que recuerda a los clásicos del cine negro, James Siegel concibe una novela inteligente, rica en descripciones atmosféricas, que, yendo más allá del engaño, el chantaje y la venganza, se cierra con una ingeniosa vuelta de tuerca.
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