Leyendo Bellos Tiempos de Estudiantes no solamente acompañamos a una niña romantica, imaginativa, graciosa e inteligente em sus aventuras en Santiago del Estero a principios de siglo, sino que aprendemos a vivir y a soñar nosotros también. En el ocaso de su vida, como ella dice aunque es difícil de creer, Celia, o "La Mocha", nos enseña a recordar nuestra infancia, a disfrutarla, a aprender de la nobleza y del idealismo de aquellos tiempos pasados, cuando había que recorrer muchas leguas para ir a la escuela. En su cautivante libro anterior, Recuerdos Enredados en el bosque, Celia A. Montenegro era una joven maestra. Ahora es una alumna, con las aventuras de adolescentes que la llevaron al magisterio. Siempre idealista, siempre soñadora, siempre luchadora, Celia A. Montenegro es un ejemplo para todos. Su libro es mucho más que un testimonio personal; con ese lenguaje de los tiempos de antes, ella refleja el sentido de honor y de moral que se impartía en las escuelas argentinas. Esforcémonos para recuperar esos tiempos deleitosos del pasado. A la luz de tus recuerdos juveniles y en las puertas de tu noventa cumpleaños esta rosa refleja la frescura de tu permanente juventud. Estamos orgullosos por tu trabajo.- Julio de 2004.
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