Tomo II:
Somos argentinos: reyes de la improvisación, ególatras, ingenuos, trágicos como nórdicos, apasionados e inseguros. Perón no pudo haber sido sino argentino, pero también Borges lo fue, ?argentinados? ambos en su contradicción, exiliados adentro y afuera, con odios antiguos sobre los hombros y la fatalidad del destino guiando sus pasos. Argentinos como el Che, y como Gardel, y como los soldados correntinos de las ?Fucklands?. Los hechos que se relatan en este libro corresponden al siglo XX, y la aparición sombría de la sangre cruzando la bandera en la tapa de esta edición sintetiza la herida de aquellos años, que se mantiene abierta. Hemos caído, inevitablemente, en la trampa del espectador contemporáneo: gran parte de la tristeza y de la indignación y de la felicidad que este libro exhibe no ha sido sino tristeza, felicidad e indignación propia del autor, circunstancial protagonista o testigo de los hechos que relata. Argentina dolió y duele, pero también sueña, y es soñada ahora mismo, en ésta y en otras casas, alrededor, arriba, abajo, a los costados de esta máquina de escribir. Argentina se rescribe sola, en cada uno de los que no quieren darse por vencidos.
Solo se ofrece el TOMO II.
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