Fin


Primera página : Apocalypto ahora

Martes 07 de Agosto de 2007
Apocalypto ahora

Apocalypto, la última película de Mel Gibson como director, no sólo es la mejor película en lo que va de 2007, sino del siglo XXI. ¿Suena exagerado? Muchos pensarán que sí. A continuación, los hechos que justifican tan eufórica frase.

Primero que todo, la historia ?centrada en Garra Jaguar, un indígena del período maya que, ante el exterminio de su tribu a manos de aborígenes rivales, deberá luchar por sobrevivir y rescatar a su familia?, está excelentemente contada, con una estructura lineal muy clásica y fácil de entender para todo el mundo. Y es que si una película, un libro o lo que fuera es realmente bueno, debería poder entenderlo hasta mi abuela. Al único que se le puede perdonar lo contrario es a David Lynch, pero porque sus obras van más allá del entendimiento.

También es impresionante la manera en que fue filmada, con un diseño artístico y un trabajo de fotografía de gran nivel, y siempre en sintonía con lo que se está contando. O sea, los efectos especiales y la espectacularidad no están primeros (si no, la hubiera dirigido George Lucas).

Además, la mayoría de las películas que se están estrenando ?no importa su nacionalidad? no suelen partir de una idea original: son adaptaciones (de libros, comics, líneas de juguetes, videojuegos, recetas de cocina, etc.), remakes de otros films, biopics o secuelas. En cambio, Apocalypto aparece en el actual panorama como un producto que no le debe nada a ningún formato anterior.

Otro punto, no menos importante: Apocalypto es una obra valiente, inusual, muy ajena a la basura light que parece empantanar las salas de cine. Dicho de manera más directa: un film con las pelotas bien puestas, que no se guarda nada. Es muy posible relacionar los hechos de la película con los del mundo moderno (más precisamente, Estados Unidos), ya que nuestra civilización, con la barbarie, la sed de poder y la corrupción como moneda corriente, parece encontrarse próxima a su fin. Ya lo dijo Mel: ?¿Qué es un sacrificio humano si no es mandar muchachos a Irak sin razón alguna??.

 

Disparen sobre Mel

Talentoso, crudo, sanguinario, marketinero, fascista, son sólo algunos de los calificativos que llueven sobre el Mel Gibson director. Lo cierto es que Mel es un cineasta muy talentoso y audaz, y sólo unos pocos se dan cuenta de ello.

En paralelo a su ya conocida y exitosa carrera actoral, debutó detrás de las cámaras con El hombre sin rostro (The man wihout a face, 1993), un pequeño drama acerca de la relación entre un niño y su profesor, que porta una fea cicatriz en su cara.

Con Corazón valiente (Braveheart, 1995), su segundo opus, ganó varios premios Oscar, como el de Mejor Película y Mejor Director. Y a partir de la historia del líder escocés William Wallace es que Mel, pese al éxito comercial y artístico, comenzó a ser criticado por ciertos sectores. Esas personas argumentaban que las secuencias de batallas eran demasiado brutales, inmediatas y sangrientas. (Hasta donde un servidor sabe, en las batallas los rivales jamás se abrazan ni se besan ni se sientan a cantar y a tocar la guitarra alrededor de un fogón?)

Pero no fue nada comparado con La pasión de Cristo (The passion of Christ, 2004), un fenómeno del que ya se habló y escribió hasta el hartazgo.

En estos tres films hay una misma temática: la de un personaje que decide enfrentarse a un mundo podrido, sin importar las consecuencias.

Sin embargo, como ya dijimos, M. G. es harto criticado. Entre otras cosas, dicen de él que, aunque cuenta historias de rebeldes, él mismo es parte del sistema, y que con filmar obras autofinanciadas, habladas en lengua no inglesa, repletas de escenas crudas y protagonizadas por actores desconocidos no engaña a nadie, que en el fondo es sólo un realizador mediocre que sólo gusta de impactar con gratuitos momentos gore, blablabla... Sería interesante ver a esa gente dirigir algo de la calidad, la trascendencia y la audacia de lo hecho hasta ahora por Mr. Gibson y después charlar.

También se lo atacó por su algo turbulento estilo de vida. Cuando, en julio de 2006, fue arrestado en Malibú por conducir borracho y se despachó ante el oficial de policía con comentarios antisemitas, el escándalo no se hizo esperar. Años antes, Gibson había hecho declaraciones homofóbicas en un diario español. Muchos ven estos episodios como puro marketing, y a Mel como un fascista hecho y derecho, que hace películas con la misma nefasta ideología. Es más: una parte importante de las críticas sobre Apocalypto no se enfocaban tanto en el film como en el actor de Arma mortal: ?Porque Mel Gibson esto, Mel Gibson lo otro...?. Si bien ciertas actitudes (marketineras o no) son reprobables, una cosa es la vida privada del director, y otra, la película. Por ejemplo, en Bananas (1971) vemos una excelente comedia de Woody Allen, no decimos: ?¡Ahí está el viejo asqueroso que se acostó con la hija!?. Algo similar puede aplicarse a Roman Polanski, y a muchos cineastas y artistas en general.

 

Además, se acusó a Mel de denigrar a la cultura maya porque muestra indígenas practicando ritos muy sanguinolentos que no hacen más que estereotiparlos... Pero en realidad lo que se aprecia en esas escenas ?como esa en la que el amigo de Garra Jaguar come testículos de tapir? son las costumbres de los mayas, que a los ojos del mundo moderno resultan un tanto desagradables. Prefiero citar al propio director: ?Les dije (a los actores): ustedes no son mala gente, no quiero que se les ocurra esa idea. Son parte de su cultura y están haciendo lo que deben. Eso es todo lo que saben y fueron educados para hacerlo. No están diciendo «¡Soy un malvado!» ni retorciéndose el bigote. Están haciendo lo correcto, y si alguien viene a atacar a su hijo, ustedes van y lo persiguen?.

No es descabellado comparar a Mel Gibson con el glorioso director holandés Paul Verhoeven. En su momento, él también fue atacado por el público supuestamente bienpensante, así como también por las organizaciones homosexuales y feministas: sostenían que gemas como Delicias turcas (Turk fruit, 1973) y Descontrol (Spetter, 1980) eran desagradables, misóginas, decadentes y muy violentas, al punto que se le prohibió filmar en territorio holandés. Las críticas continuaron cuando emigró a Estados Unidos y nos dio maravillas de la talla de RoboCop (1987). Lo cierto es que Paul V. es un realizador inteligente e imaginativo, siempre muy preocupado en retratar las escenas de sexo y de violencia con el mayor realismo posible. Hoy en día, Verhoeven es reconocido como un prestigioso autor, y hasta fue premiado por la Industria Cinematográfica Holandesa, (la misma que básicamente supiera echarlo a patadas tiempo atrás). ¿Sucederá algo similar con M. G.? ¿La prensa aprenderá a respetarlo más adelante?

Otra cosa: al igual que con Corazón valiente, regresaron las quejas de que a la película le falta rigor histórico. Lo mismo dijeron hace poco de la gran 300 (Zack Snyder, 2007). Lo cierto es que para saber de historia, están los libros, las enciclopedias o Internet, no las películas.

En definitiva, más allá de los comentarios negativos, mal que le pese a muchos, Apocalypto tiene destino de clásico.
 
Publicado por Matías Orta a las 07:00