Fin


Primera página : Alex Garland, el exterminador

Lunes 06 de Febrero de 2006
Alex Garland, el exterminador

Seguramente el nombre de Alex Garland todavía no les suene demasiado pero, en su corta carrera, este escritor ya lleva varios éxitos tanto en la literatura como en el cine.

Nacido en Londres allá por 1970, Alex supo ser un trotamundos. Comenzó a frecuentar Asia cuando aún estaba en la secundaria, para volver en los años siguientes. Lugares como Filipinas y Tailandia serían decisivos para sus primeras creaciones literarias.

Tal vez influido por su padre ?dibujante del diario británico Daily Telegraph?, se dedicó a estudiar Historia del Arte en la Manchester University, donde se graduó en 1992. Esa clase de carrera no garantiza una salida laboral, y él lo sabía. Ver cómo sus amigos se recibían de abogados y conseguían buenos trabajos lo aterraba aún más. Entonces se decidió a escribir. Primero lo intentó en el terreno del comic, pero la experiencia no satisfizo sus inquietudes artísticas. Y se pasó, con éxito, a la novela.

 

Beach boy

 

Publicada en 1996, La playa (The beach) tiene varios tintes autobiográficos. Cuenta la historia de Richard, un joven e inquieto mochilero británico que, al llegar a Bangkok, se topa con Daffy, un escocés que se la pasa delirando acerca de cierta playa ubicada en una isla secreta (en realidad, una leyenda urbana muy conocida en esa parte del Pacífico). Al día siguiente, Richard descubre que Daffy se suicidó y le dejó una extraña herencia: el mapa que parece conducir a la mítica playa. Hambriento de aventuras como estaba, Richard, junto con la pareja francesa formada por Etiénne y Françoise, se lanza en su búsqueda.

La playa termina existiendo, y resulta estar habitada por una suerte de comuna hippie formada por turistas de distintas nacionalidades. Viven de la pesca, el cultivo, y ?salvo alguna emergencia? nunca salen de la isla, desdeñando al resto del mundo y fumando marihuana que suelen robarle a unos tailandeses nada amigables.

Parece un contexto paradisíaco, tranquilo.

Parece, ya que no todo lo que reluce es oro.

Escrita en un estilo fresco, muy cinematográfico, claro y sencillo (AG se declara un obsesivo de la corrección), La playa reúne todas las grandes pasiones de su autor. Para empezar, los viajes por tierras exóticas, pero también su fanatismo por las películas de zombies, sobre todo las del gran George A. Romero: en un momento del libro, Richard cree que la comuna está siendo invadida por muertos vivientes, y otro capítulo directamente se titula ?Reanimator?, en referencia al clásico gore que Stuart Gordon dirigió en 1985. También abundan citas al cine bélico, sobre todo Apocalyipse now (Francis Ford Coppola, 1979), ya que Richard está obsesionado con la guerra de Vietnam, que sólo conoce por libros, series, videojuegos y películas.

Sin embargo, el referente más claro de la obra es la novela El señor de las moscas, de William Golding (según el escritor Nick Hornby, ?La playa es El señor de las moscas de la Generación X?). Y no solamente porque haya personajes conviviendo en una isla, sino por su estudio sobre lo más bajo de la condición humana; Paraíso e Infierno acaban por confundirse. AG confesó que su propósito real era criticar a los mochileros, quienes ven a los países asiáticos como meros paisajes, como si no tuvieran cultura. Así y todo, La playa se convirtió en un éxito entre críticos y lectores, y obtuvo el premio Betty Trask, galardón que se le otorga en Gran Bretaña a la mejor primera novela de un autor de menos de treinta y cinco años.

Y cuando una obra literaria consigue tanto reconocimiento, las versiones cinematográficas nunca se hacen esperar.

El film La playa (The beach, 2000) tenía todas para ser un gran éxito. Para empezar, el director a cargo fue Danny Boyle, otrora responsable de Trainspotting-sin límites (Trainspotting, 1996). En aquella y otras películas, el realizador oriundo de Manchester tocaba, con un estilo pop, temas como la juventud, la amistad puesta a prueba, los ?paraísos? personales (en el caso de Trainspotting, las drogas). Casi lo mismo que narra la novela de Garland. Para su aventura playera, Boyle contó con sus viejos colaboradores: el guionista John Hodge y el productor Andrew McDonald. El talentoso equipo creativo se completó con el músico Angelo Badalamenti (fetiche de David Lynch), y el director de fotografía Dariuos Khodji (Delicatessen y Pecados capitales, entre otras). Pero la película es conocida por ser el primer protagónico de Leonardo di Caprio después del mega suceso de Titanic (James Cameron, 1997), así que el actor estaba en la mira de los medios y también del público.

El film, que costó sus  buenos 50 millones, tuvo un rodaje accidentado y resultó un fiasco artístico y comercial.

Lo peor del caso fue la modificación de gran parte de la esencia del libro. El Richard de la pantalla grande: 1)  pasó a ser un estadounidense ?que siempre será distinto a un cínico inglés?; y 2) se queda con Françoise; en la novela, siempre fantasea con ella, pero nunca sucede nada. Bueno, recordemos que el protagonista era di Caprio?

Por otra parte, el delicioso humor negro, la brutalidad y el gore fueron omitidos. El final, originalmente muy salvaje, con personajes matándose entre sí, fue reemplazado por uno más light y aleccionador.

Lo mejor, lejos, es la locación: una isla tailandesa que luego sufriría los maremotos de 2004.

También se destacan el soundtrack (elemento crucial en todo film de Boyle) con temas de Moby, New Order y Chemical Brothers, y las actuaciones de Robert Carlyle haciendo de Daffy y de la preciosa Virgine Ledoyen como Françoise.

 

 

Vidas cruzadas

 

Después de su aclamado debut, Alex Garland publicó en 1998 una novela muy distinta a la anterior, con una estructura arriesgada. The tesseract debe su título a lo que en el terreno de la geometría se conoce como un hipercubo desplegado en cuatro dimensiones.

Garland nos presenta, una por una, tres historias ambientadas en Manila, capital de Filipinas.

En la primera tenemos a Sean, un marino inglés en un hotel de mala muerte, a punto de lidiar con mafiosos locales.

Al mismo tiempo, en un barrio residencial, Rosa, una médica de guardia con buena familia, recuerda al amor de su juventud, un muchacho con una deformidad en el pecho.

En simultáneo con las otras dos historias aparecen Vincente y Totoy, dos niños que deambulan por las ciudad, hablando de sus sueños, cometiendo travesuras.

Las vidas de los personajes, para nada relacionados entre sí, terminan entrelazadas en un feroz acontecimiento, en el que no faltan ni la justicia ni la redención.

The tesseract (que en castellano se publicó bajo el nombre de Perro Negro en Manila) es un thriller inteligente y excelentemente calculado, en el que el azar está a la orden del día. Por momentos es imposible no pensar en los primeros trabajos de Quentin Tarantino, como Tiempos violentos (Pulp fiction, 1994). Garland vuelve a valerse de descripciones cinematográficas y detalles bizarros y sangrientos, que ya pueden considerarse como marca registrada. Por ejemplo, en la tercera historia, Totoy cree que el payaso de McDonald´s es caníbal porque la piel es blanca y sus dientes muy largos (además, esto puede entenderse como una metáfora de la occidentalización sufrida por las tierras asiáticas, algo que Garland ya criticaba en La playa).

The Tesseract también pasó al celuloide. Esta vez el director fue el tailandés Oxide Pang. Oxide viene pisando fuerte en el cine oriental,  tanto por sus propias películas como por las que dirige junto a su hermano Danny ?un ejemplo es el hit de terror El ojo (The eye, 2002).

Si bien las historias no son las mismas que en la novela, el film supo conservar la esencia. Ahora la acción transcurre casi enteramente en el hotel Heaven (ubicado en Bangkok y no en Manila). El único personaje que se mantiene es el de Sean ?encarnado por Jonathan Rhys Meyers, conocido por su interpretación de estrella del glam rock en Velvet Goldmine (Todd Haynes, 1998)?, pero envuelto en otra situación peligrosa, diferente de la que sufre en el libro. La galería de personajes también incluye a una mujer occidental que entrevista a chicos de los suburbios y a un niño (uno solo) que trabaja en el hotel y se mete en asuntos que pueden costarle el pellejo.

Pese a todo, la película sigue siendo interesante y poderosa desde lo visual, con escenas de tiroteos muy originales. Algunos críticos hablan de una combinación entre Tarantino y los hermanos Wachowski (Matrix). El mismo Oxide estuvo a cargo del guión y del montaje, y la música corrió por cuenta de James Iha, otrora guitarrista de Smashing Pumpkins.

 

 

Plaga zombie

 

Dicen que no hay mal que por bien no venga. Así fue como el fracaso del film La playa sirvió para unir a Alex Garland con Danny Boyle. Esa amistad los llevó a planear un proyecto fuerte, audaz... y lo más lejos posible de Hollywood.

Para su primer guión cinematográfico, Garland se inspiró en las películas de muertos vivos y en la literatura fantástica post-apocalíptica, subgénero en el que se destacan Soy Leyenda, de Richard Matheson; El día de los Trífidos, de John Windham; y la obra de J. G. Ballard.

El resultado: Exterminio (28 days later), uno de los más importantes exponentes del cine de terror del nuevo milenio.

Un virus de rabia es liberado de un laboratorio de Inglaterra. Los contagiados se convierten en zombies nerviosos que corren como el mismísimo demonio. El país queda devastado. Un reducido grupo de sobrevivientes trata de buscar ayuda, pero descubre algo mucho peor que las bestias asesinas de las que intenta huir.

Al igual que en las películas de Romero, los monstruos sirven como excusa para hablar de la condición humana: a la larga, las personas son peores que cualquier monstruo. La dirección de Boyle (quien filmó todo con cámaras digitales, para lograr una textura más inmediata y personal), contribuyó a transformar la película en un gran éxito. Pese a contar con momentos de disparos, explosiones y mucha sangre, las escenas más inolvidables aparecen en los primeros minutos. Jim, el protagonista (interpretado por Cillian Murphy, el Espantapájaros de Batman inicia) despierta de un coma, para toparse con una Londres fantasmagórica, vacía, muerta. No importa cuánto grite; lo único que escucha son los ecos de su propia voz.

Cuando se distribuyó mundialmente, Exterminio fue estrenada con dos finales, uno apenas más optimista que el anterior. Una cuestión de más marketing que otra cosa.

Esta vez, el tándem Boyle-Garland sí dio grandes resultados.

 

Después de lo que él mismo declaró como un bloqueo, en 2004 Garland publicó su tercera obra literaria, una nouvelle titulada The Coma, todavía inédita en castellano. Según se dice, es la historia de un hombre que, tras ser atacado en un subte de Londres, cae en coma. Lo que sigue está vinculado a lo onírico. 

Además, The coma  ?elogiada por la prensa británica, que la comparó con la obra de Kafka?, incluye dibujos del padre de Alex.

 

 

Lo que vendrá

 

Por fortuna, Alex Garland no piensa detenerse. Una serie de interesantes proyectos lo tiene entre sus piezas fundamentales.

 

28 weeks later: La segunda parte de Exterminio ya es un hecho. Tal como el título lo indica, la acción transcurre ya no veintiocho días, sino veintiocho semanas desde la liberación del virus zombificador. El guión estará a cargo de un tal Rowan Joffe. Esta vez, Garland y Boyle sólo producen. Según las palabras del director de la original, el argumento de la segunda parte trata de los yanquis ingresando en Inglaterra con el propósito de repoblarla.

 

The Halo: AG acaba de cobrar un millón de dólares por escribir la adaptación al cine de ese popular videojuego de Microsoft, acerca de un grupo de soldados que se enfrentan a invasores espaciales. Teniendo en cuenta el fanatismo del autor por los videogames, no lo debe haber pensado dos veces a la hora de aceptar el trabajo.

Como si fuera poco, dirige Guillermo del Toro, mientras que Peter Jackson se ocupa de la producción ejecutiva.

 

Sunshine: Garland vuelve a escribir para Danny Boyle. Esta vez, una de ciencia-ficción. Es la historia de una misión espacial que se dirige hacia el Sol, con el propósito de reactivarlo mediante una potente bomba. Pero en el camino surgen problemas que llevarán al equipo a luchar por la supervivencia.

Al igual que Exterminio, se trata de una producción inglesa, que se está rodando en los estudios Pinewood de Londres, con un presupuesto de cuarenta millones (cifra mínima en Hollywood, pero cantidad ciclópea para los británicos). El elenco incluye a Cillian Murphy, Chris Evans (Los cuatro fantásticos), Ross Byrne (Troya) y la reina de las patadas Michelle Yeoh. Se estrena en 2007.

 
Publicado por Matías Orta a las 07:00